Egeria
(Considerada la primera escritora hispánica conocida)
(S.
IV-V)
Escritora
y religiosa hispanorromana, nacida en la región de Galicia en la
segunda mitad del siglo IV y fallecida en la centuria siguiente.
Viajera sabia e instruida, poseedora de una acusada curiosidad
intelectual que la impulsaba a relatar con todo detalle cuantas
novedades observaba fuera de su tierra natal, dejó escrito el
universalmente conocido como
Itinerarium Egeriae (
Itinerario
[o
Peregrinación]
de Egeria), obra en la que daba
noticia a sus hermanas de religión, a través de epístolas, de una
larga peregrinación realizada a Tierra Santa entre los años 381 y
384. El hallazgo, hacia finales del siglo XIX, de esta obra
contribuyó notablemente a perfeccionar el conocimiento de la
circunstancias sociales, culturales y políticas del Próximo Oriente
en el siglo IV, así como al establecimiento de las pautas
predominantes en las costumbres religiosas de la época (muy
especialmente, en las comunidades religiosas femeninas).
Se
sospecha, con cierto fundamento, que la escritora debía de proceder
de una familia rica y bien situada en la alta sociedad de su tiempo,
pues, de lo contrario, sería muy difícil explicar la extensa y
profunda formación cultural que había recibido Egeria,
verdaderamente extraña en una mujer de su tiempo. Existe la
hipótesis de que estuviera emparentada con el Emperador Teodosio I.
Igualmente, se considera que la escritora pudo haber sido la abadesa
o superiora de una de las primeras comunidades religiosas femeninas
que, por aquel tiempo, comenzaban a surgir como una nueva
manifestación de la espiritualidad en el Imperio. En cualquier caso,
se puede afirmar, que la autora del Itinerario gozaba de un
enorme prestigio social e intelectual no sólo en su región, sino en
casi todo el mundo conocido, ya que durante su viaje fue hallando,
grandes muestras de apoyo, estima y respeto, es destacable el apoyo
de las autoridades civiles que extendían visados y salvoconductos a
su paso, de formaciones de soldados que le brindaban protección
cuando había de cruzar por zonas peligrosas y de los religiosos
masculinos que la honraban y asistían en todas sus etapas.
Egeria
dio inicio a su peregrinación a mediados del año 381, cuando partió
desde Constantinopla con destino a Jerusalén. La narración describe
con detalle el modo de viajar a través del cursus publicus
romano, la red de vías utilizadas por las legiones en sus
desplazamientos (una red de 80.000 km), empleando como hospedaje las
mansio, o casas de postas, o en otras ocasiones acogiéndose a
la hospitalidad de los monasterios implantados en oriente desde hace
años, pero todavía casi desconocidos en occidente. El Itinerarium
se divide en dos partes: la primera narra el viaje y comienza cuando
Egeria está a punto de subir al monte Sinaí, tras haber visitado
Jerusalén, Belén, Galilea y Hebrón. Desde ahí se dirige al monte
Horeb, y regresa después a Jerusalén atravesando el país de Gesén.
Viaja después al Monte Nebo y a Samaria, y cuando se cumplen tres
años de su partida vuelve de nuevo a Jerusalén y decide regresar a
Gallaecia. Durante su regreso visita Tarso, se detiene en Edesa,
visita Siria y Mesopotamia, y de nuevo a Tarso. Desde ahí pone rumbo
a Bitinia y Constantinopla. El diario del viaje termina en ese punto,
aunque antes de concluir aún expresa su deseo de visitar Éfeso. La
segunda parte del diario describe la liturgia tal y como se lleva
cabo en Tierra Santa, en oficios de diario, domingo y durante las
fiestas de Pascua y Semana Santa. Se ignora, en la actualidad, si
Egeria logró regresar algún día a su tierra natal después de
haber cumplido el intenso itinerario que se trazara de antemano.
Su
testimonio posee, en nuestros días, un valor incalculable, tanto por
la abundante información histórica y el placer literario que
brinda, como por la eficacia y contundencia con que pone de
manifiesto el papel desempeñado en la época por las denominadas,
por parte de algunos autores cristianos contemporáneos, "mujeres
viriles", es decir, mujeres procedentes de las clases
elevadas que se negaban a plegarse a los papeles socialmente
establecidos para ellas (el matrimonio y la privación total de vida
pública) para desarrollar cualquier actividad destinada
exclusivamente a los hombres.
FUENTES:
www.wikipedia.org